A la hora de realizar un proyecto de aislamiento en nuestra vivienda, tendemos a creer que dentro del abanico de materiales a utilizar, los mejores son el Hormigón o el Acero, por su gran dureza pero si indagamos un poco, descubriremos que la MADERA, es uno de los mejores materiales que podemos utilizar y que posee mejores propiedades que los mencionados.
A su evidente cualidad estética, ya que al ser un material orgánico, que hace que cada instalación sea exclusiva, hay que añadir las siguientes:
-La MADERA es capaz de absorber o ceder humedad al entorno, lo que ayuda a purificar el ambiente y mantener un grado de humedad óptimo.
-La MADERA como aislante térmico, consigue crear ambientes templados, cálidos en invierno y más frescos en verano. Los espacios con MADERA evitan pérdidas bruscas de calor, cuando por ejemplo se pisa el suelo con los pies descalzos. Ésta característica se relaciona, además con la eficiencia energética de los edificios, puesto que reduce la necesidad de calentar o enfriar los ambientes.
Aunque varía según la especie, como media es 15 veces superior a un muro de Hormigón. Sobre una pared, un friso de 20mm de MADERA aísla como un muro de hormigón de 300mm.
-La MADERA como aislante acústico, por su composición absorbe las ondas del sonido y las transforma, haciendo más difícil que la atraviesen. El ejemplo más claro es la MADERA utilizada en paredes y techos de auditorios y palacios de música.
Los espacios interiores con MADERA generan también un tiempo de reverberación menor que el que se produce en un espacio sin MADERA. Esto significa que hay menos ruido y ecos, lo que mejora la inteligibilidad. Al no resonar las palabras, la dicción es más clara, por lo que se aconseja la instalación de MADERA en espacios como aulas, salones o salas de reuniones.
En definitiva, estamos ante el mejor material que podemos utilizar que además posee muchas otras características como:
Es la materia prima más ecológica. Menos intensiva en consumo de energía. Reciclable1 y Biodegradable2.
Contribuye a reducir el cambio climático. Es el material de construcción más sostenible3. Es resistente al tiempo y a la meteorología.
Se puede utilizar tanto en interior como en exterior. Es muy moldeable y adaptable. Estética, al ser un elemento orgánico su contacto es cercano y agradable.
No es un material especialmente caro, tampoco en su mantenimiento.