Estás en el barrio de la madera. En la periferia de Bad Aibling, al sur de Múnich, a esta zona se la conoce desde 2006 como City of Wood. Así que el edificio de aparcamientos para los vecinos de la City tenía que ir acorde al lugar. La oficina de HK-Architekten convirtió este encargo en un reto, resolviéndolo de forma ejemplar, estableciendo de nuevo precedente de que otras formas de hacer son posibles. Un templo de madera para la ciudad de madera.
Bienvenido a City of Wood, la ciudad de madera en Bad Aibling
Primero fue una base aérea de la época nazi, luego un campo de prisioneros del ejército estadounidense y finalmente, un centro de escucha de los Estados Unidos durante los años de la Guerra Fría. Desde entonces, las 70 hectáreas de terreno en la periferia del núcleo de Bad Aibling quedaron desatendidas, incluidos los numerosos edificios militares. Una auténtica ciudad fantasma.
Hasta que en 2006, la empresa constructora B&O Baugruppe, con sede en Stuttgart, se interesó en la zona. El objetivo era sentar las bases de la ciudad del futuro: una ciudad de madera, con cero emisiones de CO2, donde vivir y trabajar en armonía con la naturaleza sea una realidad. City of Wood surgía como un experimento e iba a ser clave en el futuro de B&O y el pueblo de Bad Aibling.
Hoy la Ciudad de madera es una mezcla de antiguas instalaciones militares reconvertidas en viviendas, con nuevos edificios residenciales, oficinas, comercios, guarderías y espacios libres. Todo construido con madera.
Y además, los edificios hacen de cobayas en un estudio sobre consumo energético. Forman parte del proyecto de investigación a nivel nacional EnEff Stadt, algo así como Investigación de ciudades energéticamente eficientes y proporcionan datos sobre cómo mejorar la eficiencia energética de las áreas urbanas con una planificación integral.
Hecho de madera y ambición
El proyecto fue elaborado por la oficina de arquitectura austriaca de HK-Architekten, en Schwarzach, cerca de la frontera con Alemania. El arquitecto Hermann Kaufmann, su fundador, es todo un pionero en la construcción contemporánea con madera, desarrollando y aplicando sin complejos desde 1983 sistemas constructivos innovadores.
Con estos precedentes, cómo no iba a tener interés el equipo de arquitectos en la zona para diseñar un aparcamiento como un objeto bello, delicadamente implantado y climáticamente neutral.
Aparcando en el parque
Tiene 2 niveles, 70m de largo y está apoyado puntualmente en el terreno sobre 40 pilares de madera, casi levitando. El edificio con capacidad para 104 vehículos se construyó a finales del año 2022 en sólo 5 meses.
Es una especie de templo mimetizado con el entorno natural que le rodea, en pleno parque, flanqueado por una hilera de árboles de gran porte y construido casi en su totalidad con madera.
El principal material de construcción es la madera de haya, que está en la estructura en forma de vigas laminadas encoladas y como tableros de madera contralaminada. Estas vigas, con una sección transversal de 24×70 centímetros, atraviesan el edificio salvando una distancia de 17 metros
A su vez, las vigas se apoyan en pilares, de sección cuadrada, macizos y de madera de pino, distanciados entre sí 2,60 metros. Y sobre los soportes, los tableros contralaminados. A pesar de las grandes cargas que pueden llegar a soportar (hasta 52 coches en la planta superior) y de la masividad del material, cuando ves la estructura parece ligera.
La planta baja queda diáfana casi en su totalidad, sin pilares intermedios, sólo interrumpida por una par de muros arriostrantes que dan rigidez al conjunto pero sobre los que no apoya la estructura (mira como queda en la imagen 08). Para acceder al nivel superior hay una escultórica rampa (esta vez sí, de hormigón) que conecta el vial de acceso con el edificio. Y en el lado opuesto, una ligera escalera de acceso para el acceso peatonal.
Las fachadas se componen de delgadas lamas verticales de madera de alerce en acabado natural. Esta solución filtra la luz y sirve como protección, reforzando ese carácter permeable y ligero. Casi una maqueta a escala 1:1.
Aquí algunos datos cuantitativos de lo que interesa, la madera:
La construcción ha necesitado 116 m3 de madera de pino para los pilares, 210 m3 de madera contralaminada para los forjados, 81,2 m3 de madera de haya para las vigas y 325 m2 de madera de alerce para las lamas de fachada. Interesante pensar en la cantidad de madera empleada, y sobre todo, en la cantidad de otros materiales de mayor impacto que se evitan.
Andreas Ströhle, coordinador del proyecto en HK-Architekten, resaltó que ‘uno de los mayores desafíos en la planificación fue prever con precisión el movimiento de las partes estructurales debido a las grandes cargas, así como la expansión y contracción de los elementos de madera, y permitirlo de manera controlada.’
Sencillamente madera
Los sistemas constructivos se han proyectado desde el principio pensando en un posible cambio de uso o desmontaje, ya que todas las uniones se ejecutan en seco.
Además, la estructura parece casi un templo que si no te fijas al detalle, puedes confundir fácilmente con una especie de sala multiusos donde celebrar cualquier tipo de evento.
Pero, por ahora, no es más ni menos que un aparcamiento. Eso sí, ecológicamente ejemplar.